Hoy conoceremos a Carlos Mastronardi.
Carlos Mastronardi (*
Gualeguay -
provincia de Entre Ríos- en
1901) fue un
poeta y
ensayista argentino.
Heredero del simbolismo tardío (con su trabajo Tierra amanecida, en
1926), expuso sus ideas sobre la poesía como ejercicio perfectible en el ensayo Valéry o la infinitud del método (con él ganó el premio municipal de literatura en
1955). Se destaca su poemario Conocimiento de la noche (en
1937).
Perteneciente a la rama de los criollistas o nacionalistas, donde se vuelca al canto del paisaje y la tierra, con un lenguaje directo. En sus obras encontramos predominio de la imagen sensorial que imita la realidad natural: la metáfora no es audaz ni se basa en las asociaciones insólitas.
De el nos deleitamos con el siguiente poema:
Últimas Tardes
La alta mujer dolorosa
venía del sur y estaba muerta,
El cansancio era dueño de su voz
cuando presenciaba la esperanza
creciendo hacia las tardes
en cuya luz indescifrable
el solitario anhelo perduraba
como un reino sin púrpura ni cetro.
Alguien la empobrecía desde lejos.
Ignorando las llaves
que franquean las ricas esperas
y los mecidos cielos,
tal vez era la sombra de una antigua delicia.
Las manos, las manos olvidadas,
las unidas y suaves perdiciones
y los queridos ojos sin codicia,
que ganaban y perdían el mundo,
serenos, y sabiendo.
Recuerdo aquella voz apenada y amiga,
y la ciudad, de pronto, incierta y decaída
bajo un cielo gastado y entre adioses.
Entonces parecía que cesaba una música.
La alta mujer, la rosa desganada,
tal vez aquella tarde
miraba desde un tiempo recóndito y futuro,
y un lúcido silencio se volvía,
un desierto esplendor,
un descuidado mundo.
Para que la tristeza tuviera un hombre
yo me ofrecí a esa luz cordial, a esa callada.